hortalizas

Tecnologías naturales para preservar frutas


En el marco del Año Internacional de Frutas y Verduras promulgado por la FAO, desde la Facultad de Ciencias de la Alimentación compartimos material relacionado al consumo y las mejoras para este tipos de alimentos. 

 

Desde el Doctorado en Ingeniería mención Ciencia y Tecnología de Alimentos de la UNER del que la Facultad es parte, Florencia Bambace recibió el título de Doctora a través de una investigación que aplicó recubrimientos comestibles en frutas, enriquecidos con compuestos antimicrobianos naturales. 

 

El objetivo fue el de analizar diferentes tecnologías naturales de preservación para asegurar la inocuidad y mantener la calidad de frutas mínimamente procesadas. 

 

Es sabido que el consumo de frutas y hortalizas en la dieta diaria tiene un efecto benéfico para la salud, siendo por este motivo cada vez más apreciadas por parte de los consumidores. 

 

A pesar de esto, el nivel de consumo de dichos alimentos es todavía muy bajo con respecto a los recomendados, establecidos en al menos 5 porciones al día de frutas y hortalizas. Una de las razones del bajo consumo es el tiempo de elaboración que requiere la preparación y cocción de estos alimentos, enmarcado en la dinámica del estilo de vida actual. 

 

Resulta necesario entonces que la industria de los alimentos desarrolle productos innovadores que sean accesibles a los consumidores en los lugares a los que éstos concurren, brindando así una opción saludable frente a la oferta de alimentos de alta densidad energética y pobres en nutrientes. 

 

Así, la introducción en los mercados de los productos frescos cortados es una forma de incrementar el consumo de frutas y hortalizas en la población, debido a su atractiva presentación, practicidad, apariencia y sabor.

 

Así, Florencia Bambace desarrolló una tesis doctoral denominada “Aplicación de técnicas de biopreservación sobre frutas mínimamente procesadas inoculadas con patógenos y su evaluación como alimentos funcionales probióticos. 

 

Así, se aplicaron recubrimientos comestibles enriquecidos con compuestos antimicrobianos naturales utilizando arándanos y cubos de manzana como matrices vegetales. 

 

En esta tesis también se propuso evaluar la incorporación de compuestos prebióticos y bacterias probióticas como ingredientes en la formulación de nuevos productos funcionales no-lácteos (frutas frescas enteras y cortadas) tendientes a atender la demanda de consumidores veganos o con intolerancia a la lactosa. Así, se llevó adelante el desarrollo de alimentos con características probióticas y prebióticas, utilizando arándanos y manzanas como vehículos de estos ingredientes funcionales.

 

A través de los estudios desarrollados se comprobó la efectividad antimicrobiana de los recubrimientos funcionales aplicados sobre arándanos y cubos de manzana, logrando además mantener las principales características de calidad de estas frutas mínimamente procesadas. Los resultados obtenidos son prometedores y, dado el auge experimentado en referencia a nuevos alimentos funcionales de origen vegetal, representan una gran contribución en la búsqueda de sustitutos vegetales respecto a las matrices lácteas comúnmente empleadas, no aptas para un sector de la población que, por diferentes motivos como alergias, intolerancias o estilos de vida, no consume productos lácteos.

 

 


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