El Ing. Martín  Munitz obtuvo su título de Doctor de la Universidad de Buenos Aires en el área Química Industrial con una notificación de diez (10). Su trabajo está relacionado al sector arandanero  con importantes conclusiones para la industria.

Su investigación titulada” Arándanos:  micloflora contaminante; micotoxinas; residuos de fungicidas y cinéticas de degradación”  tuvo por objetivos identificar los hongos causantes de las enfermedades de arándanos en la Región de Salto Grande y su capacidad para generar toxinas, ya que dichas contaminaciones traen repercusiones en los rendimientos productivos y crean dificultades para la exportación de la fruta. Los resultados obtenidos en sus investigaciones son reveladores para mejorar las aplicaciones de los fungicidas.

A través de  una beca otorgada por  la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a la que  accedió por medio de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Munitz inició el doctorado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en agosto de 2009 y  tuvo que trasladarse  a Buenos Aires para poder asistir a  los cursos y  materias exigidas, debiendo  permanecer todo el 2010, presentando su tesis final el 15 de febrero pasado.

El nuevo doctor contó  cómo fue todo el proceso para la obtención de su doctorado y destacó la posibilidad de ver otras formas de trabajo. También la motivación que recibió para publicar  fragmentos de su tesis en revistas nacionales e internacionales.

“Mi directora,  Silvia Resnik,  docente de la Universidad de Buenos Aires en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, es especialista en hongos y micotoxinas, y por ese motivo  esa parte del trabajo experimental la realicé en los laboratorios de la UBA, mientras que lo relacionado a los pesticidas lo efectué en el Laboratorio de Investigación de Residuos Alimenticios de nuestra Facultad “, explicó.

¿Cómo fue la experiencia de estudiar y  trabajar con otros profesionales en otra universidad?

Se puede ver otra realidad, aprender de las vivencias y de lo que hacen otras personas en otro lado. Te abre mucho la cabeza. Nosotros estamos acostumbrados a trabajar de una forma y ellos trabajan de otra manera, no quiere decir que una sea mejor que la otra, si no que te permite rescatar lo mejor de cada lugar. Me recomendaron como escribir mi trabajo, me orientaron bastante en la parte de escritura para revistas internacionales que en nuestra Facultad no se hace tanto. En la UBA buscan mucho publicar. Cada becario, cada doctorando, inclusive los investigadores más experimentados sacan 4 o 5 publicaciones por año.  Entonces me motivaron a que, además de escribir la tesis ni bien comencé el doctorado, vaya armando cosas como para ganar tiempo y con los resultados experimentales escriba algunos papers.  Empecé con algunos artículos para una revista nacional “Ingeniería Alimentaria” y después publiqué dos en revistas internacionales y otro que está en corrección”. Las revistas son Food Chemistry donde presentó el trabajo sobre metodología cromatográfica y las curvas de degradación en campo para uno de los cinco fungicidas que estudió,  “International Journal of Fruit Science” contiene el trabajo de hongos y “Food Additives & Contaminants», todavía en etapa de corrección.

¿Cómo se realiza la transferencia de su investigación para que llegue al sector arandanero?

La publicación en revistas tiene esa finalidad, de todos modos  nosotros tenemos generado un vínculo con algunos productores de donde obtenemos las muestras para realizar las investigaciones y los que nos traen para analizar en el laboratorio de la Facultad. Igualmente, estamos estudiando otras opciones para poder presentar esta investigación y otras  al sector.